En época de contienda electoral son diversas las promesas que suelen escucharse de parte de quienes aspiran llegar a La Moneda. Puede considerarse completamente legítimo, considerando que estas promesas están insertas en programas gubernamentales que buscan en definitiva mejorar la calidad de vida de los chilenos.Sin embargo soy un convencido que para ello existen los canales y los momentos para hacerlo, y no aprovecharse de un evento tan importante para un vasto sector de la población, como lo es el día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes. Considero además que está en su derecho la Presidenta de la República, de realizar una actividad en la que los líderes del pueblo evangélico asistan y pueda formar parte de los discursos, pero el resto no.
Creo que debiese existir una ley que les permita a los candidatos actuar en momentos determinados para dar a conocer sus planes y programas y no aprovecharse de la coyuntura nacional para ello. Por lo demás es el día de un grupo que nada tiene que ver con el mundo político, sino más bien del trabajo que a diario realizan por el bien de la sociedad, procurando que las personas sean cada día mejores. Entonces ocupar estos espacios, que además se ha dado en los últimos años, es innecesario. Me parece que la mejor forma de apoyar este grupo de chilenos es a través de las acciones y no de tanto parlamento, que suena a eso, campaña electoral.
Pese a ello, no todo es malo. Apartándose del tema, es necesario recalcar la importancia que los últimos gobiernos le han dado al sector evangélico, integrándoles en sus tareas y principalmente haciéndoles parte de esta sociedad. Así, la promulgación de la Ley de Culto viene a transformarse en referente necesario para que el resto de los gobernantes sigan en esa línea, apoyando el quehacer del pueblo evangélico con leyes y programas que vayan en su directo beneficio.
Pero fuera de opiniones y puntos de vista, es necesario rescatar que por lo menos, exista un día para celebrar a este sector de la población, que querámoslo o no está creciendo día a día y la invitación es a ello: “a no enfrascarse en temas de otros y seguir trabajando por el bien de la comunidad, quienes necesitan no sólo apoyo material, sino que moral y espiritual, el que encontramos en contacto con Dios”.
Fotografía : La Tercera.com
