jueves, 25 de febrero de 2010

¿Para qué luchar por una región, si al final las decisiones importantes son tomadas por individualistas?


Creo, que esta es la frase que por estos días ha rondado por la cabeza de muchos quienes, de una u otra manera han dado la lucha para que Los Ríos se transforme en región y lo que ello implica, ser partícipes de decisiones que involucran a todos, y no sólo el interés de unos pocos, menos cuando se trata de pasar a llevar naturaleza, el desarrollo sustentable y el respeto a nuestra cultura ancestral.

Esta es la inquietud que rodea a nuestro entorno, luego del espectáculo regional en que los integrantes de la Corema (en su mayoría, no todos) decidieron dar luz verde al proyecto de Celulosa Arauco de verter sus descargas de desechos de la Planta Valdivia al mar en la bahía de Mehuín.

Lo que más sorprende es que luego de tantas horas de debate en que se pudo conocer lo perjudicial que es instalar un emisario de esas características en la zona, quienes alguna vez han hablado de la estrategia de desarrollo, no sean capaces de entender el grave daño que se generará a la misma Región.

Antes, es necesario tener presente esto: por medio del ducto se arrojarán al mar diversos metales pesados: aluminio, arsénico, cadmio, cobre, cromo, los que ingresarán a la cadena alimenticia de los humanos por medio de peces y mariscos. El aluminio provoca alzheimer; el cromo cáncer, psoriasis y alergias; el cadmio osteoporosis y enfisemas pulmonares; el arsénico alergias e hiperpigmentación; el cobre produce degeneración hepatolenticular, entre otras enfermedades.

Entonces, la respuesta a esta inquietud es una sola. Quienes votaron a favor de su instalación, se han basado en cuestiones personales individualistas para tomar una decisión que involucra a toda la comunidad, poniendo en riesgo no solo nuestro ecosistema, sino que también el futuro de las personas.

Y lo que uno como ciudadano más se cuestiona, es que siendo ellos representantes de la comunidad, actúan de manera contraria, sin pensar en nadie más que ellos, menos en sus hijos, nietos o futuras generaciones. Imagino que el creador de todo lo maravilloso que tenemos en nuestro entorno debe estar arrepentido de crear seres inhumanos, que no piensan en nadie más que en sí mismos.

Es muy penoso el triste espectáculo que estos señores nos han dado. Con situaciones como ésta espero que el 2012 llegue pronto, porque el desastre que a futuro tendrá nuestro ecosistema y la misma gente con este ducto de desechos tóxicos, nos hará vivir situaciones peores.
Fotografía: El Ciudadano

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