El pasado fin de semana varias comunas del país
se enfrentaron a elecciones primarias, un mecanismo para elegir candidatos a
elecciones populares, de manera legal
puesto que son reguladas por el Tribunal Calificador de Elecciones (TRICEL).
Estas elecciones buscaban elegir a los
candidatos definitivos a alcalde que se presentarán en la elección municipal de
octubre próximo.
Sin embargo y por muy democrático que parezca
este ejercicio, el resultado no fue el esperado y sólo el 5, 5 % de los
votantes habilitados en el país concurrieron a sufragar. Esto da cuenta de un fenómeno negativo para
nuestra democracia que es necesario revertir.
Y porqué revertir, primero porque yendo a votar
estamos cumpliendo con un ejercicio cívico característico de una democracia y a
diferencia de una elección parlamentaria o presidencial, las municipales son el
primer puente entre la ciudadanía y las autoridades, por lo tanto una acción
que debe impulsarnos a participar con entusiasmo.
¿Sabía usted que la baja asistencia a las urnas
en las últimas elecciones está haciendo replantear el voto voluntario en
algunos sectores?. Como sociedad
alabamos que el parlamento se puso de acuerdo para que la asistencia a las
urnas sea voluntaria y no obligada, pero los números indican otra cosa y ello
hace reconsiderar la medida, por lo tanto somos nosotros los ciudadanos como
usted y yo quienes podemos cambiar este paradigma.
Ir a votar, no sólo es un ejercicio republicano,
es una muestra que estamos interesados en el desarrollo del país, en el
desarrollo de nuestras comunidades, de
nuestro entorno y aunque no nos gusten quienes nos representan, es la instancia
para cambiar y luego exigir la materialización de estos cambios.
Por lo tanto el llamado es a participar de las
próximas elecciones municipales de octubre y de este modo tener derecho a voz
en el momento en que se decida el destino de nuestro territorio.
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